¿Por qué mi empresa no vale lo que pido?
Reflexionando sobre mis aventuras en el mundo del emprendimiento y he comprendido que cada experiencia, por muy sencilla que fuera, me enseñó algo clave: la importancia de saber valorar lo que tienes.
En varias ocasiones, hemos encontrado vendedores que para calcular el valor de su empresa lo estiran a los años que les quedan para jubilarse, otros calculan el múltiplo que les pagarás por lo “que le sacan a la empresa” (sin tener en cuenta los impuestos), otros simplemente por lo que han invertido o con un precio ancla: por menos de un millón no vendo.
En el mundo de las fusiones y adquisiciones, una valoración realista es el cimiento sobre el que se construyen operaciones exitosas. Nadie quiere que le pidan cifras irreales ni proyectar fantasías; lo que importa es tener los pies bien plantados en la realidad financiera de tu empresa.
La esencia de valorar en el mundo real
La valoración de una empresa no es una ciencia exacta, pero sí un arte que combina datos duros con la intuición adquirida a lo largo de años en el terreno. Esa misma intuición que se afina en el contacto directo con clientes, en el diálogo y en las negociaciones de ventas. Es fundamental entender que cada método de valoración aporta una perspectiva distinta, y que la clave está en saber combinarlos para tener una imagen fiel del valor real.
Métodos de valoración que usamos en M&A
Para estructurar operaciones sin caer en cifras irreales, en nuestro día a día hemos aprendido a utilizar distintos métodos. Aquí te comparto algunos de los más relevantes:
Flujos de Caja Descontados (DCF):
Proyectamos los flujos de caja futuros y los descontamos a una tasa que refleja el riesgo de la operación. Este método es ideal para empresas con historial estable, aunque requiere hacer supuestos realistas y sólidos. Cuando analizas Pymes, suele ser complicado usar este método porque no existe un Plan de Negocio creado a más de un año vista.
Multiplicadores de EBITDA:
Utilizamos el EBITDA como referencia para comparar con otras empresas del sector. Es una herramienta que aporta perspectiva del mercado, pero hay que analizarla con ojo crítico, pues no todos los números tienen el mismo significado. Suele ser el método más utilizado, por su simpleza y buen encaje en operaciones de tamaño pequeño.
Comparables de Mercado:
Aquí se trata de situar tu empresa en el contexto de otras similares. La clave está en encontrar empresas con características semejantes en tamaño, crecimiento y riesgo, para no caer en comparaciones forzadas. No suele tener sentido en M&A a pequeña escala, ya que los comparables son grandes empresas y las valoraciones se distorsionan.
Valoración por Activos:
Especialmente útil para empresas con activos tangibles o intangibles significativos. Este método evalúa el valor neto de la compañía, aunque no siempre capta su potencial de crecimiento a futuro.
Pero… ¿y cuál es el mejor?
Cada método de valoración ofrece una perspectiva única: los Flujos de Caja Descontados proyectan el futuro, los multiplicadores y comparables capturan el pulso del mercado, y la valoración por activos enfatiza el valor tangible. Por ello, no existe una fórmula única que funcione en todos los casos, sino que la verdadera clave está en combinar estos enfoques para obtener una imagen integral y realista del valor de la empresa.
Lecciones aprendidas a base de experiencia
El valor de algo no reside únicamente en la cifra final, sino en la historia, la solidez detrás de cada dato y la predictibilidad de aquello que los vendedores cuentan. Así, en cada operación se trata de:
➡️ Combinar números con experiencia: La matemática es esencial, pero sin una buena dosis de intuición del mercado, las proyecciones pueden resultar irreales. Difícilmente comprarás o serás comprado sin mirar a la otra parte a los ojos y sentir que te fías.
➡️ Evitar expectativas fantasiosas: Una valoración bien estructurada es aquella en la que ambas partes sienten que el acuerdo es justo y alcanzable. Suele ser oferta y demanda, no tiene más.
➡️ Estar dispuesto a iterar: Así como en ventas se realizan múltiples contactos y se ajustan estrategias, en la valoración es normal refinar supuestos y metodologías a medida que se obtiene más información.
"Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando." Picasso
En el M&A, esa inspiración se forja día a día, combinando datos, experiencia y, sobre todo, una visión realista del mercado.
¿Y tú, sabes cuánto vale tu empresa?
Si alguna vez te has planteado qué cifra es la adecuada para valorar tu negocio, o si sientes que te piden números irreales en una operación, recuerda que lo esencial es tener una base sólida y honesta. Una valoración precisa no solo ayuda a estructurar mejores operaciones, sino que también refuerza la confianza tanto de compradores como de vendedores.
Si quieres profundizar en alguno de estos métodos o compartir tus experiencias, ¡no dudes en escribirme! La transparencia en estos procesos es vital para seguir creciendo y aprendiendo juntos en este apasionante mundo del M&A.
En el camino del emprendimiento se aprende que el valor de una empresa no solo depende de lo que uno pide, sino de la capacidad de reconocer y valorar lo que se tiene. Este aprendizaje se construye a partir de las experiencias vividas, por pequeñas que sean.